Se trata de una correa de 2'5 cm de ancho que tiene en un extremo un grillete para el collar o el arnés y en el otro una hebilla que se introduce en el enganche del cinturón de seguridad del coche. Es ideal combinarlo con un arnés para un mejor agarre del cuerpo del perro en caso de accidente.
A veces no se tiene real conciencia de lo peligroso que puede resultar un perro suelto en un choque; no sólo por el daño que puede hacerse en caso de accidente o salir despedido por una ventana, sino que se convierte en un objeto contundente que puede golpear y causar graves heridas a los demás pasajeros.
Esta correa también te permite conducir tranquilo sabiendo que tu perro no saltará al asiento delantero ni se moverá durante el trayecto.
El cinturón es regulable entre 45 y 85 cm de largo y mide 2'5 cm de ancho.
