Conoce al kakapo, el único loro que no sabe volar
Son los únicos loros en todo el planeta que no saben volar y actualmente se encuentran en peligro de extinción.
Es rechoncho, grandullón, tiene bigotes y, para colmo, no sabe volar. En definitiva, es un loro fuera de lo común. El kakapo es un ave en peligro de extinción originario de Nueva Zelanda, y posee unas particularidades muy especiales.
Este loro perdió su capacidad de volar debido a que no tenía depredadores en la isla en la que vivía y, por tanto, no necesitaba volar para sobrevivir. Los primeros colonizadores trajeron consigo otras especies depredadoras como ratas, gatos y perros. Esto provocó que muchos kakapos desaparecieran y se les diera por extinguidos.
Sus alas son muy cortas y carecen de quilla (la parte del esternón encargada del vuelo en las aves), pero son buenos trepadores y se les puede ver subidos en las copas de los árboles. Como no vuelan, construyen su madriguera entre las rocas del suelo y las raíces de los árboles. A día de hoy, solo quedan alrededor de 129 ejemplares en dos islas de Nueva Zelanda y están muy protegidos. De hecho, están registrados por el gobierno neozelandés y se les ha puesto nombre a cada uno de ellos.
Otra de las particularidades de este loro es su inmenso tamaño, pudiendo alcanzar los cuatro kilos de peso y los 64 centímetros de longitud. Además, es el único loro con hábitos nocturnos. Pasan la mayor parte del día descansando y buscan el alimento por las noches, recorriéndose el bosque entero y caminando kilómetros.
También destaca su divertida cara: con bigotes que le sirven para explorar el terreno cuando buscan comida arrastrando el pico por el suelo. Su plumaje, de tonos verdes y marrones, está distribuido de tal forma que aparenta tener mofletes. ¡Desprenden una gran ternura!
Estas aves son herbívoras y se alimentan de las semillas, hojas, frutos y flores de diversas plantas. A diferencia de otras especies, las mamás kakapos son las encargadas de buscar el alimento, motivo por el que muchas crías mueren al quedar desprotegidas.
En cuanto a su reproducción, el kakapo solo cría cada dos o cuatro años y las hembras alcanzan su madurez sexual a partir de los 11 años de vida, lo que ralentiza aún más su perpetuación. Por este motivo, los investigadores están empleando la inseminación artificial con el fin de preservar la especie.
Durante muchos años se llegó a pensar que esta especie se había extinguido, ya que la llegada de habitantes a la isla provocó la pérdida de su hábitat natural. Sin embargo, en 1977 encontraron al sur de Nueva Zelanda alrededor de 200 kakapos, entre los que había también grupos de hembras.
Pese a que habían conseguido sobrevivir, también comenzaron a extinguirse debido a la presencia de gatos silvestres. En un intento por salvarlos, en los años ochenta trasladaron a todos los kakapos a otra isla, y en 1995 se implantaron programas de reproducción que hasta ahora han conseguido frenar su extinción.
En 2016 nació una nueva cría y, desde entonces, se lucha por preservar una especie que se encuentra en peligro de extinción por culpa del ser humano. Desde Moly Mascotas queremos unirnos al apoyo internacional a favor del cuidado y respeto de los animales, sobre todo los que se encuentran en peligro de extinción como el KAKAPO.